Pues sí, aunque algunos no teníamos idea, el GRILLZ es la moda de enjoyar tus dientes, así que si te sobran miles de euros y quieres un caprichito… ¡Toma nota !
Para saber un poco más sobre esta moda a la que no hay famoso que no se apunte. La moda aparece alrededor de 1980 cuando las coronas dentales se fabricaban en oro y plata y los cantantes de hip-hop y rap comenzaron a mostrarlas tal adornos. Hay que decir, que muchísimas personas con el tiempo se las cambiaban por las recubiertas en cerámica para que su sonrisa luciera blanca.
El orígen del Grillz
Hay que ver cómo son las cosas y las vueltas que da la moda, que un famoso rapero, Paul Wall no quería braquets de ortodoncia convencionales y decidió producir los más caros. El coste de un braquet es de 65 $ , mientras que algunos de los modelos de el rapero se estiman en más de 10 mil $.
Ahora el famoso “rapero – joyero” puede hacer braquets de oro blanco, amarillo, rosa con una gran cantidad de diamantes de todos los colores posibles. Tiene una marca propia de braquets y carillas llamada ”Grillz by Paul Wall”. Además de adornos y incrustaciones varias, el producto estrella son los GRILLS, PARRILLAS o CARILLAS los cuales también están hechos de materiales preciosos al gusto del consumidor como por ejemplo oro o diamantes. El cantante de rap , Lil Wayne, reconoció haber desembolsado 150.000 dólares en las joyas que decoran su boca.
¿ Es esta moda recomendable ?
Y como no todo lo que reluce es oro, no puede ser todo bonito y lujoso. Estos adornos dentales pueden llegar a ser PERJUDICIALES PARA LA SALUD del propietario.
Como siempre os decimos, la higiene oral es fundamental no solo para la boca sino también para la salud general de nuestro cuerpo. Numerosas enfermedades perjudiciales (cardiovasculares, alzheimer, partos prematuros, diabetes, artrosis…) están asociadas a enfermedades periodontales, las cuales son causadas por la mala higienización dental y la inflamación y posterior deterioro de los tejidos de soporte de los dientes.
El uso de estos adornos y su uso continuo, hace que se retenga más placa bacteriana. Esto puede desarrollar una gingivitis que sin tratamiento desencadene en periodontitis con pérdida de piezas dentales. También pueden dañar por roce la encía del margen del diente y/o el propio esmalte dental. Como último riesgo, añadir que las joyas dentales pueden alterar el patrón de la mordida del paciente. Si uno de estos elementos choca o no permite que el paciente muerda como normalmente, podría producir daño tanto a nivel dentario, como muscular y a nivel de la articulación, porque se transforma en algo que interfiere en la mordida integral de la persona.
Desde Dental Mulet os recomendamos que estas “joyas” deberían realizarse bajo la supervisión de la dentista y en ningún caso deberían de llevarse de manera permanente, sino removible, pudiendo ser retiradas fácilmente para comer, cepillarse y enjuagarse. Así que… ¿estaríais dispuestos a adornar vuestra sonrisa con un Grillz?