La TARTAMUDEZ generalmente es un trastorno de carácter emocional que se manifiesta en la comunicación verbal, provocando una alteración de la fluidez normal del habla. Apenas aparece en adultos, es en los niños la etapa más frecuente y suelen recuperarse del tartamudeo sin mayores esfuerzos. El apoyo emocional y psicológico es fundamental para ellos debido a que el corregirlos, exigirles o ridiculizarles creará un círculo vicioso del que el niño/a no podrá salir, siendo el propio tartamudeo fuente de ansiedad, la cual provocará más tartamudeo.
Se sabe que la ansiedad influye y que cuando la persona que la padece está nervioso/a la tartamudez empeora. Hay casos en los que la tartamudez sólo aparece en casos de estrés y ansiedad, con lo que a veces pronuncian bien las palabras y otras no.
Es difícil como padres aceptar los problemas de nuestros hijos, los queremos perfectos y felices con lo que verlos sufrir y limitados nos causa frustración. Pero esta es una de las labores de los padres: aceptar a nuestros hijos como son y no intentar que sean como nos gustan.
Por eso es conveniente no corregirle ni obligarle a hablar bien. Es recomendable ignorar su tartamudeo y por contra charlar con él cuando se le ve hablando con normalidad. Es importante no exigirle lo que está por encima de sus posibilidades.
TRATAMIENTO CON LOGOPEDA
Cuando no sea leve y se convierta en un problema, habrá que acudir a un especialista el cual le ayudará a pronunciar las letras y las palabras en las que tiene mayor dificultad lo que le dará confianza para sentir el control de su aparato fonador y así resolver el problema.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
Aunque la causa es fisiológica puede que en el orígen de la tartamudez se diera un proceso psicológico y lo que sí está demostrado es que la ansiedad es uno de los principales factores que la agravan.
Por otro lado estas dificultades en el habla pueden dar lugar a problemas psicológicos. El tartamudo/a puede inhibir su actividad social, puede tener miedo a relacionarse con personas de otro sexo, puede sentirse inferior por tener un problema que los demás no tienen, puede dejar de afrontar metas que si no tartamudearan tratarían de alcanzar, pueden desarrollar un autoconcepto de tartamudo como persona limitada, etc.
Si la ansiedad es grande los ejercicios que tienen por objeto el entrenamiento en hablar bien fracasan y es preciso un tratamiento psicológico especializado.