El RASPADO Y ALISADO RADICULAR (RAR) es la técnica destinada a eliminar el sarro, la placa, las pigmentaciones y otros depósitos orgánicos de las superficies dentarias a nivel supragingival (sobre el diente por encima de la encía) y subgingival (por dentro de la encía).
Está indicado como prevención y tratamiento de la enfermedad periodontal, así como para el mantenimiento de la salud de los tejidos de soporte de los dientes.
¿CÓMO SE REALIZA?
Consiste en una limpieza profunda que se realiza bajo anestesia local, empleando medios mecánicos como el aparato de ultrasonidos, las fresas de pulido especiales (perio-set) y medios manuales, empleando unos instrumentos llamados curetas.
Utilizando estos instrumentos con una técnica minuciosa empleada por el profesional, realizamos la eliminación del sarro y el tejido necrótico que hay acumulados en la boca del paciente. Conseguiremos una desinfección y desinflamación de los tejidos, obteniendo un estado saludable de las encías.
Perio-Set
Curetas
Aparato Ultrasonidos
Después de los raspados y/o cirugías, es probable que el paciente presente movilidad dental en algunas piezas, siendo las más frecuentes los incisivos inferiores y los superiores. Para frenar la evolución de dicha movilidad se puede proceder a realizar la FERULIZACIÓN PERIODONTAL, siendo un paso muy importante, ya que va a alargar la duración de dichos dientes en boca.
EFECTOS ADVERSOS
Tras el RAR (Raspado y Alisado radicular), es frecuente que aparezca sensibilidad dental. Se debe advertir al paciente de esta complicación y se le han de prescribir productos dentales específicos en caso de ser necesarios.
La eliminación del sarro tras los raspados va a dejar al descubierto los huecos interdentales que éste ocupaba. Además, habrá ocasiones en las que zonas de las raíces quedaran expuestas. Esto junto a la desinflamación de los tejidos, hace que el paciente note sus dientes más alargados y le resulte antiestético. Se debe informar previo tratamiento y tras este, valorar posibles opciones de mejora estética.