EL VERANO SIEMPRE TAN ESPERADO
El verano, a pesar de los excesos de temperatura que nos ha brindado este año, es la época favorita de muchos de nosotros.
Con la mente puesta en las vacaciones meses antes, el simple hecho de disfrutar de días más largos y una temperatura más cálida, hace que tengamos ganas de disfrutar de más tiempo de ocio.
NUESTROS HÁBITOS CAMBIAN
Con el buen tiempo comienzan las quedadas para practicar «terraceo» con amigos o incluso compañeros de trabajo tras la jornada laboral. Además, las comidas y cenas de todo tipo de «grupos»: del gimnasio, de padres de alumnos, de amigas y amigos… incluso por quedar, quedaríamos para la cena de vecinos del bloque.
Todo ello, hace que nuestros hábitos alimenticios cambien y consumamos más:
- Bebidas alcohólicas
- Bebidas azucaradas y carbonatadas
- Helados y granizados
- Comida rápida, con salsas y condimentos procesados
Además de los cambios alimenticios, el verano trae consigo realizar más actividades al aire libre.
Pueden ser de índole diversa:
- Deportes: surf, tenis playa, natación, voley, motos, carreras populares, vela, fútbol en la playa…
- Conciertos: una gran oferta de festivales comienzan en nuestra geografía. Hay tanta variedad como gustos musicales.
- Viajes y rutas: perderse no importa donde. Visitar lugares nuevos y conocer culturas diferentes.
¿CÓMO AFECTA EL VERANO A NUESTRA BOCA?
Si estás preguntándote el por qué de la visita al dentista…
Te mostramos los problemas más frecuentes que surgen tras las vacaciones:
- CARIES: En verano no solemos llevar un ritmo de comidas fijo. Podemos tomar algo a cualquier hora, picotear entre comidas, tomar algo fresquito para el calor… Esto unido a que comemos más fuera de casa, las sobremesas se alargan y se unen a las actividades de tarde, hace que el cepillado se realice ya de noche. Esto va a hacer que las bacterias tengan un clima perfecto en nuestra boca para poder dañar nuestros dientes.
- GINGIVITIS: Sabemos la importancia de hidratarse durante el verano. Lo que no sabemos es que no haciéndolo podemos padecer de boca seca. Esto hace que no tengamos la cantidad de saliva necesaria para protegernos y seamos más propensos a generar placa y sarro dental.
- SENSIBILIDAD: los helados y bebidas frías pueden descubrir problemas como este. La sensibilidad dental se agrava en verano por lo que el especialista podrá recomendarte el mejor tratamiento post-vacacional.
- MANCHAS OSCURAS: Se pueden deber al tipo de alimentación, al aumento de consumo de tabaco y al escaso cepillado dental.
- PROBLEMAS CON LAS PRÓTESIS: Debido a las anteriores razones, las prótesis pueden padecer tinciones, fisuras e incluso roturas o desprendimientos.
- TRAUMATISMOS: las actividades fuera y los deportes pueden traer consigo golpes y/o accidentes que van a dañar nuestros dientes o prótesis.
- BRUXISMO: este problema surge de la irremediable vuelta a la rutina tras el verano. El estrés que esto nos genera puede ocasionar este apretamiento dental.
Como veis, realizar la revisión tras el verano es una buena opción, sobre todo, si hace tiempo que no visitabas a tu especialista.
La vuelta de vacaciones, es momento de propósitos (como en año nuevo).
Tener un buen curso, estar más feliz en el trabajo, volver al gym, dieta… Así que, mejorar nuestra salud oral, puede ser uno de ellos.
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