Cada día es mayor el interés de nuestros pacientes en además de tener una boca sana, mejorar la apariencia de sus sonrisas. Los efectos psicológicos positivos de mejorar la apariencia, generalmente, contribuyen a una mejor autoimagen y una autoestima fortalecida.
Son muchos los pacientes que debido a la situación de su salud oral presentan una actitud triste en su vida diaria, con manías que llegan incluso a taparse la boca cuando tienen que sonreír. Se sienten incomodos con la sóla idea de tener que hablar con otra persona, lo cual hace que se conviertan en personas poco sociables, con dificultades para el ámbito tanto académico como laboral.
La importancia de sentirse atractivo se debe a la influencia de las modas y los medios de comunicación social, que han impuesto patrones de belleza que generan cambios en la conciencia estética de las personas, donde se identifica el éxito personal, con aquellos individuos que presentan una sonrisa bella y placentera.
Inclusive, la sonrisa puede determinar si una persona nos agradará o disgustará sin llegar a conocerla. La falta de armonía en esa
sonrisa podría ser interpretada como algo desagradable que de primeras ya causa rechazo en el individuo.
Por todo ello hoy en día la ODONTOLOGÍA ESTÉTICA proporciona grandes satisfacciones, porque trata de responder a las aspiraciones estéticas del paciente. El reto de desarrollar una sonrisa placentera es una aventura artística para el odontólogo, el cual es el encargado de diseñar un plan de tratamiento adecuado y ajustado a las necesidades individuales del paciente. Tratamientos como la ORTODONCIA, BLANQUEAMIENTOS, CARILLAS DE COMPOSITE/CERÁMICA, PRÓTESIS FIJAS… serán los encargados de otorgar una SONRISA PERFECTA a quien la necesite.