Existen multitud de factores por los cuales un niño puede presentar espacios no deseados entre los dientes:
- caries no tratadas a tiempo que requieren extracción de la pieza
- traumatismos
- agenesias en dientes temporales (no formación de un diente de leche)
- anquilosis (el diente de leche no erupciona, se queda dentro del hueso)
- malposiciones…
Esta situación puede provocar que los dientes de leche adyacentes varíen su posición, cerrando el espacio, con lo que se va a dificultar la erupción de los dientes definitivos. Este hecho va a impedir una futura oclusión correcta, pudiendo provocar:
- la extrusión del diente antagonista
- generar hábitos no deseados
- en caso de varias pérdidas se va a interferir en las funciones básicas de los dientes, como la masticación, fonación y deglución.
Debido a esto existen los MANTENEDORES DE ESPACIO, aparatos fijos o removibles que van a mantener el espacio. El uso de cada uno de ellos será recomendado por el ortodoncista, dependiendo de cada caso. Se retiraran de boca cuando erupcione el diente definitivo para el que se mantenía el espacio.
MANTENEDORES DE ESPACIO FIJOS
- Requieren poca colaboración del niño, ya que el profesional es el encargado de colocarlos y retirarlos.
- Se construyen en alambre y se fijan con bandas o coronas preformadas a los dientes adyacentes.
- No pueden ser retirados para su higiene.
- En diseños especiales pueden incorporar piezas ausentes.
- Están indicados en pacientes pequeños o poco colaboradores.
MANTENEDORES DE ESPACIO REMOVIBLES
- Requieren colaboración por parte del paciente.
- Pueden incorporar elementos activos de ortodoncia.
- Se construyen en resina y retienen por ganchos.
- Permiten una higiene adecuada.
- Permiten la restitución protésica de los dientes ausentes.
- Requieren ajustes y controles periódicos por parte del profesional.