Los problemas en la erupción de los cordales son muy frecuentes debido a que en la evolución del hombre, el tamaño del maxilar superior y de la mandíbula ha ido disminuyendo más rápidamente que el número de dientes. Esto produce una falta de espacio que impide la normal erupción de éstos.
La edad media de erupción de estas muelas es a los 18 años por lo que es conveniente llevar un control de la evolución de éstas para evitar apiñamientos, destrucción o afectación de los dientes adyacentes…
Los CORDALES INCLUIDOS pueden presentar síntomas debido a distintas complicaciones:
- Infección/inflamación de los tejidos blandos alrededor de la corona
- Ganglios linfáticos aumentados de tamaño y ligeramente dolorosos
- Úlceras
- En el segundo molar el cordal puede producir caries o reabsorción radicular.
La ortopantomografía y las radiografías periapicales permiten conocer la posición del cordal para valorar la dificultad, las distintas técnicas quirúrgicas y posibles complicaciones de la extracción.
Los cordales inferiores incluidos frecuentemente tienen las raíces próximas al nervio dentario. Si esto ocurre, hay que tener especial cuidado durante la extracción. Su cirujana le informará de todo lo necesario antes de cualquier cirugía.
La extracción se realiza mediante cirugía, normalmente bajo anestesia local.
IMPACTACIONES ÓSEAS
Impactación horizontal del tercer molar
Impactación angular del tercer molar
Impactación vertical del tercer molar
¿CÓMO SE EXTRAE UN CORDAL IMPACTADO?
- Se realiza una incisión en la zona donde se encuentra.
- Se retira con instrumental rotatorio y fresas especiales el hueso que lo recubre.
- Se procede a la extracción. Hay casos en los que la falta de espacio requerirá cortar el diente en varios fragmentos.
- Se limpia y se cose la herida.
IMPACTACIÓN TISULAR (en el tejido)
En estas intervenciones no es necesario retirar hueso, por lo que el post-operatorio será más llevadero.
