Actualmente no hay nada más apreciado y deseado que una bonita y blanca sonrisa. Cuando nuestros dientes se han teñido debido a hábitos como fumar, presentan tinciones provocadas por bebidas, alimentos, medicamentos… el tratamiento con el que recuperamos el blanco que tanto nos gusta es el BLANQUEAMIENTO DENTAL.
Este tratamiento consiste en aclarar progresivamente el tono de color de nuestros dientes mediante la utilización de productos como el peróxido de carbamida. Habitualmente se suelen necesitar de 2 a 3 semanas de tratamiento, aunque esto varía según el color inicial de los dientes.
El blanqueamiento consta de dos fases, una realizada en la consulta por profesionales (sesión clínica) y otra realizada en casa por el paciente.
Se pueden realizar de manera independiente o combinada, dependiendo de los objetivos a alcanzar:
El BLANQUEAMIENTO EN CLÍNICA consiste en la colocación de peróxido de hidrógeno al 35% sobre el esmalte dentario, previo aislamiento de los tejidos blandos. Es totalmente indoloro y no requiere anestesia.
El BLANQUEAMIENTO EN CASA consiste en la aplicación de peróxido de carbamida al 16% en los dientes por medio de unas férulas o cubetas de plástico a medida del paciente una hora al día.
El paciente debe mantener una higiene oral estricta y evitar el consumo de tabaco y alimentos que causen tinción, al menos durante los tres días siguientes al tratamiento y previamente al mismo. El número de sesiones clínicas y la duración del tratamiento en casa dependerá de los objetivos que queramos alcanzar.