Por la experiencia en la consulta, los problemas dentales aparecen cada vez a edades más tempranas, siendo su solución también recomendable precozmente.
Aunque prestamos máxima atención a lo relacionado con la salud de los más pequeños, esta suele ser menor en cuanto a los daños bucales se refiere, bien por desconocimiento o por falta de percepción de la misma.
Al igual que el resto del cuerpo, a lo largo del crecimiento de los niños y niñas, la boca también va pasando etapas y desarrollándose de manera continua. La aparición de los primeros dientes es el pistoletazo de salida para los cuidados orales, ya que lo que hagamos y enseñemos desde pequeños, va tener enorme influencia en la salud oral futura. Así que papás y mamás… Cada etapa necesita de unos cuidados:
1. BEBÉS DE 0 A 2 AÑOS
Antes de la erupción de los primeros dientes que suele ser a partir de los 6 meses, es fundamental limpiar las encías de nuestros bebés con una gasa húmeda o un dedal de silicona, ya que las caries pueden aparecer en cuanto asoma un trocito del diente. Con la erupción de los dientes, comienza la inflamación de las encías, las molestias y los llantos. Para aliviar estos dolores existen geles específicos que ayudan a proteger, cuidar y reforzar las encías y proporcionan un frescor que calma las molestias.
Cuando los dientes están en boca ya es hora de empezar a limpiarlos con cepillos especiales y/o ayudándote de las gasas. Desde el primer año de edad es ya aconsejable acudir a revisiones por lo menos anuales en la consulta y hasta los 2 años es fundamental la realización por parte de los papás y mamás del cepillado dental.
2. INFANTILES DE 2 A 6 AÑOS
Nuestros peques ya lucen todos sus dientes de leche, siendo importante que adquieran buenos hábitos. Ya pueden empezar con 2-3 años (si los veis capaces) a cepillarse solitos siempre bajo la supervisión de un adulto (que repase si es necesario la higiene) y con un dentífrico específico anticaries (siempre con la cantidad justa, como el tamaño de un guisante como mucho). Las encuestas desvelan que la presencia de caries en niños de 3 años es de un 17%; a los 4 años se incrementa hasta el 26,2% para situarse en el 36,3% a los 5-6 años.
3. SE HACEN MAYORES, DE 6 A 12 AÑOS
En esta etapa es cuando la cosa empieza a complicarse. Se cambian los dientes de leche por los de adulto, generando molestias que pueden hacer que no se cepillen o no lo hagan correctamente. Además, ya comen de todo, por lo que hay que vigilar la cantidad de azúcares que toman y los alimentos que escogemos para darles. Es importante que las comidas entre horas que no puedan terminar en cepillado sean lo menos procesadas posibles y evitar zumos, batidos… industriales que tienen cantidades enormes de azúcar.
Por esto y porque la caries es cuando más aparece, hay que hacer del cepillado un hábito, un juego, algo que les llame, además de ser conscientes de lo importante que es para su salud y de los problemas que conllevará el no realizarlo bien.
Como complemento, cuando el niño o niña ya tiene el reflejo de la deglución asimilado, es más que aconsejable completar el cepillado con un colutorio específico, siendo los primeros anticaries (flúor) y cuando van alcanzando mayor edad, con el cambio a la adolescencia, específicos además para las encías, que empiezan a sufrir de gingivitis.
Si lo hemos hecho bien, nuestras hijas/os contarán con una estupenda salud oral.